martes, 11 de mayo de 2010

EL GRAN TEMA DE LA VIDA HUMANA

La Agencia Fides, publicaba de esta manera una nota referente al tema del CEDAW: Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de toda forma de discrimación contra las mujeres:

San Salvador (Agencia Fides) – La Conferencia Episcopal de El Salvador está preocupada por la posible ratificación del “Protocolo Facultativo de la Convención sobre la eliminación de toda forma de discriminación contra las mujeres” (CEDAW) por parte de las autoridades locales, porque este protocolo incluye, entre otras cosas, la legislación del aborto.

“Los Obispos de El Salvador han enviado una carta al presidente Mauricio Funes y a la Asamblea Legislativa pidiendo que la CEDAW no sea ratificada por parte de los diputados, porque además de amenazar al feto apenas concebido, podría portar graves efectos sobre la dignidad de la mujer” dijo el Arzobispo de San Salvador, Monseñor José Luis Escobar Alas, en la tradicional conferencia de prensa dominical.

Mons. Escobar Alas dijo que “los Obispos subrayan el compromiso de la Iglesia Católica por hacer desaparecer en el mundo toda forma de discriminación contra la mujer, pero a través de canales justos y no yendo contra los principios de la familia y de la sociedad”.

“En El Salvador se considera la familia como base primaria de la sociedad y hoy más que nunca siente la necesidad de reforzar la educación en valores para los jóvenes, de modo que se pueda garantizar el presente y el futuro de nuestro país” añadió el Arzobispo de San Salvador, que habló a nombre de todos los Obispos de la nación. La ratificación del CEDAW será discutida en los próximos días por la Comisión para la infancia y la familia en la Asamblea Legislativa. (CE) (Agencia Fides, 10/05/2010 líneas 17, palabras 247)

lunes, 3 de mayo de 2010

3 DE MAYO: DIA DE LA CRUZ


A propósito del Día de la Cruz. “Un cohete de varita anuncio al pueblo que nuestro altar ya estaba listo. Otro cohete respondió en la casa vecina, y otros en la siguiente y en la que esta mas lejos…” así lo cuenta Claudia Lars, en el pequeño libro Tierra de Infancia, recreando con su imaginación cómo se vivía, cuando era niña, la preparación del día de la Cruz.

“…casi todas las familias de nuestra aldea celebraban cristiana y paganamente el día de la Cruz. Como nadie deseaba que en su patio bailara el diablo –por haber olvidado la construcción del altar de frutas- todos se esmeraban en hacerlo con gracia y amor…”

“… hasta el día tres, es decir, hasta ‘el propio día grande’, se podía comer las golosinas de la ofrenda; pero antes de probarlas era obligatorio adorar el sagrado símbolo. Hombres y mujeres, niños y adultos, ricos y pobres, pasaban de una casa a otra en bulliciosos grupos. En cada retablo adoraban con reverencia…”

Leyendo estas páginas, y viendo cómo se vive ahora, ¿qué nos queda? La celebración del día de la Cruz se vivía como una fiesta popular, con mucha alegría. Me viene a la mente un numeral del Documento de Aparecida “La piedad popular, como espacio de encuentro con Jesucristo, es un catolicismo popular, profundamente inculturado, que contiene la dimensión más valiosa de la cultura latinoamericana” (n. 259).